La pandemia global del coronavirus -Covid-19 mantiene a los pueblos indígenas ante una situación crítica, inmersos en un sistema de salud precario y la falta de medidas gubernamentales para hacerle frente a la difícil situación ocasionada por el nuevo coronavirus Covid-19.
Lo que estamos viviendo hoy en nuestro aislamiento social no tiene comparación, nunca antes en la historia de la humanidad tanta gente sana tuvo que internarse en sus viviendas para evitar el contagio de un virus.
La pandemia del coronavirus extendida por todo el planeta nos hace vulnerables a todos y todas en cualquier rincón del mundo, lo que no debe confundirse con no reconocer la alta vulnerabilidad por la situación de exclusión histórica de los pueblos indígenas, población que se entiende como parte de la naturaleza, y que guarda en su conocimiento secretos para hacer frente a las múltiples crisis del futuro inmediato, sea sanitario, ambiental, climático o pandémico.
Los pueblos originarios han enfrentado la pandemia con miedo y con sus propias medidas sanitarias para evitar el contagio, experimentando algo que nunca habían vivido: el distanciamiento social.

“La vulnerabilidad de los pueblos indígenas frente a enfermedades como el Covid-19, no es el resultado de un factor biológico, sino de la desigualdad en las condiciones de vida de estas personas” dijo Salvador Zuniga, de la Coordinadora Indígena del Poder Popular, (CINPH) y coordinador de la Asociación de Medios Comunitarios de Honduras (AMCH).
La situación de salud de los pueblos indígenas por enfermedades infecto-contagiosas ya es grave debido a su alta prevalencia y el muy deficiente servicio de salud, agregó el líder indígena, “el coronavirus agrava más esta situación, una pandemia que tiene en vilo a la población mundial y que ha llevado a varios países de América Latina al cierre de fronteras y la declaración del estado de emergencia, como medidas de contención frente al aumento de los casos de personas infectadas por el virus” dijo.
Las comunidades acogieron la cuarentena ordenada por el gobierno y la calificaron en parte como positiva, no solo porque desacelera la propagación del virus, sino por los beneficios que generará la suspensión de actividad humana a la flora y a la fauna, “el aislamiento, aunque haya sido tomado de forma voluntaria por los pueblos para protegerse, implica un riesgo de desabastecimiento para muchas comunidades ya de por sí abandonadas por los poderes públicos” añadió Salvador.
“Muchas comunidades han venido ejerciendo su autonomía para cuidarse, no salir del territorio y protegerlo a través de la guardia indígena u otros mecanismos de protección de los pueblos”, continuo Zuniga.
Son conscientes que exponerse al contacto físico podría traer consecuencias mortales para su pueblo, por eso son muy rígidos en las medidas de autocuidados. “Aquí una gran parte de la población está conformada por líderes de avanzada edad, que son los que más están en riesgo de morir por esta enfermedad, de ahí nuestra responsabilidad de cuidarlos y evitar al máximo el contacto con los hermanos menores”, precisó.
Durante este tiempo de cuarentena, los indígenas aprovecharán para hacer sus pagamentos y rituales ancestrales. Con esto según sus creencias, aportarán a la sanidad de la naturaleza y por ende de la humanidad.
“Los indígenas solicitaron ayuda al gobierno local con mercados para sobrevivir este tiempo de confinamiento y asistencia técnica para seguir cultivando, así mismo esperan que en caso de tener una contingencia de salud reciban una asistencia adecuada que les permita garantizar sus vidas”, puntualizó Salvador.